jueves, 1 de octubre de 2015

¿Pedro Landín, primer poblador de Capitán Sarmiento?

En el libro "La capital de la República: ensanche de su municipio, 1881 a 1888 (antecedentes, debates parlamentarios, iniciativas, proyectos y leyes) en el Congreso Nacional y en la legislatura de Buenos Aires, con retratos, biografías y documentos justificativos en la legislatura de Buenos Aires, 1867. 1938", afirma su autor, Arturo Bartolomé Carranza, lo siguiente:

"Fue Landín el primer poblador de la estación Capitán Sarmiento que pronto tuvo gran importancia y donde levantó un edificio destinado a casa de comercio, que primeramente dirigió y luego transfirió a otras personas.

En una empalagosa nota publicada en el número 1.896 la revista "Caras y Caretas", año 1935, Víctor Yantorno asegura que Landín es "digno del bronce" y destaca que "fue el primero en propender a la evolución progresista de Capitán Sarmiento". 

Ambas referencias le otorgan importancia a la gestión de Landín en los inicios del pueblo. El general José María Bustillo, interventor nacional en la Provincia de Buenos Aires, designó a Landín en 1880 para administrar el partido de Arrecifes, cargo que ocupó hasta 1884. Este dato nos da la pauta de que no ha sido el "primer poblador", como afirmara Carranza, aunque seguramente haya sido propietario de uno de los primeros comercios junto a la estación, sino el primero. ¿Fue Gerardo Gómez quien le compró a Landín el negocio en 1884? Landín residió en Arrecifes en forma continuada, hasta que sus actividades lo llevaron a radicarse en Buenos Aires. 

Pedro José Landín fue uno de los personajes de la política en Arrecifes.  Nació en esa ciudad el 4 de abril de 1846 y murió en Buenos Aires el 16 de septiembre de 1932. Su padre, un activo bonapartista, fue José Landín, nativo de París, quien emigró tras la caída de Napoleón.  Su madre era Bartola Pereyra, hija de Francisco Pereyra e Hilaria Toledo. 

La esposa de Landín era Rosa Ball Byrne, de quien dice Yantorno en su nota de "Caras y Caretas", que "era una mujer de rara belleza". Coincidimos, muy rara, particularmente por su peinado, algo incómodo a la hora de dormir la siesta.